Amor Adolescente: Capítulo 15 - Charla en el bar

Buenas a todos, gente Sé que he estado mucho tiempo sin actualizar este blog, pero sépan que estoy con la tarea hasta el cuello, sin mencionar que no tengo internet desde hace dos días y hasta el martes o miércoles no me arreglan la línea (esto lo estoy escribiendo el viernes, día que terminé de escribir este capítulo). Hermoso fin de semana largo voy a pasar, sin internet, pero con Ps2. Seh, qué cagada... Anyway, quería decirles que debido a ciertas...diferencias que he tenido con Kagome, ella no va a escribir más este cuento. Pero no se preocupen, he conseguido otra guionista: Honneybunny, una muchacha tan sweet que ha recibido amenazas de Winnie Pooh y Hello Kitty por usurparles el título de "Ser más Cute de la historia del Universo". Ella me ayudó con este capítulo, y con el siguiente, que si bien no comencé a escribir, probablemente lo haga durante esta sequía de Internet. Ah, por cierto, también publicaré AA en Campfire Tales, donde espero que llegue a más personas que a las de este blog (que serán, como tantas veces he dicho y contado, 6 como mucho). Amor Adolescente: Capítulo 15 - Charla en el bar (Guionista invitada: Honneybunny) (Muchacho que sirve el café y limpia un poco el lugar: Dave) Resumen del capítulo anterior: Ale, luego de gastar demasiado dinero en un taxi, llega al hospital. En el averigua que Mariana intentó suicidarse cortándose las venas "Old School Style" (Cortándo las venas vertical, no horizontalmente). Poco después, su padre desea hablar con el. And The clash of Heroes began... " - ¿No querés nada, no? Mirá que lo pago yo - Me dijo en tono divertido mi viejo Jorge, mientras mezclaba el café con leche que tenía enfrente suyo. Yo solo miré a mi alrededor y empecé a escrudiñar el sitio. Imagínense la siguiente escena: Bar de hospital. Lugar normalmente con gente, en los pisos bajos del hospital y cierta oscuridad que da la penumbra ideal. Gente por allí, médicos que salen o entran a sus turnos por acá, un mozo zigzagueando las mesas como si fuera un Fórmula 1 esquivando rivales, un televisor que está prendido las 24 horas. Hermoso lugar para charlar. Muchos parientes de pacientes internados vienen a este tipo de bares. Muchas personas vienen a llorar las penas, otros a tratar de desahogarlas con algún desconocido, y algunos pocos vienen a hablar de trabajo. Son realmente pocos debido a que, si bien hay cierta intimidad, dudo que sea sutil por parte de los doctores hablar sobre si amputan o no al paciente X, y que justo pase un familiar o el mismo X. Sé que sería demasiada casualidad, pero creo en el Karma. En fin, me estoy llendo por las ramas. En una esquina estábamos mi viejo y yo. Me tomó unos segundos responder: - No, gracias, volvía de cenar con un amigo cuando me enteré lo de Marian-...todo esto - La voz hizo un amague de cortarse. Todavía la idea de que ella hubiera hecho esto era una imagen que no lograba aceptar con facilidad. - No hay problema. - Tomó un sorbo largo de su café y centró sus ojos en mí - Hay algo de lo que quería hablar. - ¿Qué es? - Es un tema delicado, pero vos sabés que yo tengo poca sutileza. - Sonrió y sonreí para mis adentros. Todavía recuerdo las jodas que le hacíamos a mi vieja hace mucho tiempo, mucho antes que se separaran. Los tres éramos tan felices en esa época. - Trataré de ser lo más honesto y directo posible, pero hay cosas que no sé todaviá, y espero que vos puedas esclarecerme esas dudas. - ¿Con respecto a qué querés hablar? - Con respecto a todo. A todo lo que nos ha pasado los últimos años, a tu vida, a la de mamá, a la de Mariana... - Le costaba hablar por momentos. - Es todo tan complicado por momentos, que parece salido de la mente de un adolescente aburrido. - Sí, tengo la misma sensación continuamente... - Primero, antes que comience a actualizarte de lo que ha sido mi vida estos años, quería que me contaras de mamá. ¿Cómo está? ¿Consiguió otra persona? La verdad que tomé mi tiempo que si bien era poco, pareció como si hubieramos entrado en esos momentos Matrix y todo se movía en cámara lenta. No podía contestarle con la mano en el corazón, no podía decirle a ciencia cierta de que había consegudi pareja debido a que la verdad, no sabía en qué andaba mi vieja. Hablaba tan poco con ella, cruzaba las palabras justas y necesarias, cumpliendo lo mínimo indispensable para mantener una convivencia en su menor expresión, ya casi rozando a dos ermitaños conviviendo en la misma cueva. Sólo sabía que "algo" tenía. Y ese algo no sabía qué era. La he escuchado hablar con voz tierna por teléfono, algo que ya les comenté anteriormente. Pero más allá de eso, no sabía prácticamente nada. Desde que se separaron, es como si toda la vida dentro de ella decidió pegarse un escopetaso en la boca mientras caía de un avión en movimiento en medio del Himalaya, para asegurarse de que el trabajo esté bien hecho. Tuve que contestarle lo poco que sabía. - Es natural, más teniendo en cuenta de cómo terminaron las cosas. Sólo espero que pueda ser la mitad de lo feliz que fui yo con ella A tu madre yo la amaba, ¿sabés? - Me dijo, con una sinceridad pura en la mirada. Y sabía que hablaba en serio. Tuvimos durante una milésima de segundo esa conexión de personas que realmente amaron a alguien, y tuvieron que dejarla. Ambos pasamos por eso, y sabemos cómo se siente. - ¿Quién es Viviana? - Deseaba cortar de una vez este silencio. - Viviana es mi nueva pareja. Tu madrastra, si mal no comprendo las cosas, aunque todavía no formalizamos las cosas. - ¿Dónde la conociste? - No te hagas el boludo, sabés que era mi secretaria. La conocí en mi trabajo. - ¿Pero cómo empezo todo? - No te sé decir. Todo sucedió muy de repente, muy rápidamente. Pero algo te puedo asegurar: Nunca le fui infiel a tu madre. Nunca. - Y le creí. Quizás sea de vuelta esa conexión que sentí hace uno segundos, pero yo sabía que decía la verdad. O quizás estaba internamente presuponiendo de que lo hacía, sólo para convencerme a mí mismo de que era una buena persona. - Ella cree que sí lo fuiste... - Sé lo que cree, sé lo que piensa. Y veo que no cambió su manera de pensar aún. ¿Vos como te llevás con ella? - Normal. No me llevo ni bien ni mal. Hablamos lo justo y necesario. Ella no está nunca en casa, y yo aprovecho para vivir prácticamente solo. - Me parece bien. ¿Ya pensaste qué carrera vas a seguir? - No, todavía me falta un año para decidirme, así que tengo tiempo de sobra. Pero estoy seguro que vos no querías traerme acá para hablarme sobre mi futuro, así que mejor dejá las indirectas y sé directo. - Esta bien. Quería hablarte de Mariana. - ¿Qué pasa con ella? - Ella es tu hermanastra, ¿lo sabías? - El recordar nuestra última sesión privada de sexo hizo que la idea de repetirla alguna vez comenzara a sonar demasiado morboso como para poder ser divertida. - La adoptamos con Viviana poco después de que sus padres murieran en un accidente de auto hace 4 meses mas o menos. Eran buenas personas, sólo que tuvieron mala suerte. - ¿Qué pasó? - Siempre me intrigó qué era de la vida de los padres, personas que vi sólo una vez en mi vida, y a lo lejos. Parecían buenas personas, o generaban esa impresión. - Volvían de una fiesta a la madrugada, junto con Mariana. Yo los llegué a conocer un poco en la fiesta, ya que en esa época estaba saliendo con Viviana y ella me los presentó, junto con su hija Mariana. Ella había trabajado 2 o 3 veces como cadete en la oficina durante el verano, para poder ganarse unos pocos pesos, así que la conocía de vista. Sus padres y yo hablamos largo y tendido, pero no puedo decir que realmente llegamos a tener una amistad debido a que los ví una sola vez en mi vida. - Notaba cierta tristeza en las palabras, como si contara algo que no podía evitar sentir pena. - Esa misma noche, mientras volvían, un camión los embistió de frente. Los padres murieron en el acto, Mariana se salvó ilesa, gracias a algún Dios misericordioso allá arriba. Ella misma salió del auto accidentado y vió los cuerpos de sus padres atrapados entre los fierros retorcidos. Me quedé sin habla. No sabía que la historia de Mariana fuera tan triste. Comencé a sentir cierta compasión, y una tristeza inevitable. De pronto me sentí mal por no haber estado junto a ella durante toda esta etapa de mierda. Si sólo hubierámos podido estar juntos, si sólo el Destino no nos hubiera separado de esta manera, yo hubiera hecho lo imposible para poder estar a su lado y acompañarla durante toda esa situación horrible que tuvo que pasar. - Lamentablemente, Viviana era la única pariente viva de Mariana - Continuó mi viejo - asi que tuvo que venir a vivir con nosotros. Como vivíamos en un departamento de 2 habitaciones, rápidamente nos encargamos de buscar una casa más grande. Igualmente, si lo de Mariana no hubiera sucedido, habríamos cambiado de casa igualmente, ya que estábamos pensando en mudarnos a algún lugar donde los autos no rompieran tanto las bolas a la noche. No te recomiendo vivir en el centro de la ciudad si es que alguna vez pensás hacerlo. - ¿Y como hicieron con el tema del colegio? - Ella había terminado de rendir 4º año libre, así que eso no fue problema. La anotamos en un colegio cerca de casa. - De pronto enmudecí. ¿Sería mi colegio? - Tranquilo, no es el tuyo. No vas a tener que pasar por el calvario de ir con tu hermanastra al colegio juntitos de la mano - La sola mención de "ir de la mano" me hizo estremecer, pero al parecer mi viejo no lo notó. O se hizo el boludo, una de dos. - ¿Y tiene novio? - Pregunté, aunque si bien sabía la respuesta, quería averiguar cuánto sabía él. - Sí, se llama Sebastián. Ya hizo la presentación oficial... dos veces, lamentablemente. - ¿Dónde lo conoció? - Era otro de los cadetes que trabajaban en sus tiempos libres en la oficina. Se conocieron, comenzaron a salir y ahora son novios, blah blah - Noté cierta amargura en estas últimas palabras. Le pregunté a qué se debía. - Es que no me cae bien que una persona 10 años mayor que Mariana esté con ella. Creo que a esa edad podría estar haciendo muchas más cosas de su vida que estar saliendo con una piba que no tiene edad legal para irse a vivir sola. - ¿Pero vos hiciste algo, le dijiste algo para demostrarle que no te gusta esa idea? - Sí, lo intenté a través de Viviana, porque no tengo todavía la gran confianza con Mariana. Mis intenciones son buenas, pero a Vivi no le gustó un carajo, y varias veces peleamos debido a este tema... - Reflexioné. Así que a mi viejo tampoco le gustaba Sebastián. Se nota de dónde saqué mi forma de pensar, ¿eh? - Pero, ¿a qué se debe todo este repentino interés en su vida? - Simplemente un espontáneo deseo de saber sobre mi nueva hermana - Contesté, para poder desviar el tema hacia otro tópico que no sea tan peligroso. - Si no fueras mi hijo, diría que me estás diciendo la verdad. Sé cuando me estás mintiendo, y eso no me gusta. Fui sincero yo, así que pido lo mismo. ¿De dónde la conocés?. Nuevamente tomé prestado un par de segundos para poder pensar la respuesta. La verdad, no sabía si serle totalmente honesto con respecto a ese tema, u ocultarle las cosas. Al fin y al cabo, Mariana sería ahora mi hermanastra, y decirle a mi viejo que días atrás habíamos tenido relaciones en su habitación. Sin mencionar el hecho de que el causante de todo este quilombo, al parecer, había sido yo. Y obviando, por supuesto, el hecho de que durante el verano que estuvimos juntos casi queda embarazada.Creo que si le llego a contar todo esto, me internan luego de que mi viejo me cague a trompadas. Podría contarle por pedazos, u ocultarle algunos detalles. Eso no es mentir, ¿verdad?. - A Mariana la conocí en el verano que pasamos juntos hace un tiempo, allá en la costa. El último verano que pasamos como familia... Continué relatando durante algunos minutos, tapando los detalles escabrosos, sexuales, amorosos. Bah, casi todo lo importante de nuestra relación. Sólo le conté que éramos amigos, nada más. Creo que con eso quedó conforme. Mi duda es qué pasariá con Mariana ahora. Y qué sería de la vida de Eze y Karina. Parecen siglos desde que hablé con el. Me pregunto si todo estará bien." Fin del Capítulo 15 Nos vemos David "I'm Back" Pedreira Carpe Diem