martes, abril 03, 2007

Cosas de la semana

Creo que es oportuno mencionar en este espacio lo que me sucedió la semana pasada, teniendo en cuenta que en este blog he expresado la mayoría de mis pensamientos. Además, creo que soy un poco injusto con todos ustedes al no haberles comentado lo que sucedió el miércoles pasado.



Primero recapitulemos:

El 12, 14 y 16 de Marzo pasado rendí los exámenes de ingreso a la Universidad de la Matanza: Filosofía, Matemática y Física respectívamente. Los resultados iban a estar el 23 de ese mes, pero por X razón, los entregaron el 28. Yo estuve toda la semana después de los exámenes con los huevos en la garganta, debido a que de esos exámenes dependía mi ingreso, y obviamente, el comienzo de mi carrera.

Acumulé demasiado stress para mi gusto. Creo que hacía años que no acumulaba tanto. Por suerte no hubo alguna repercusión física ni tampoco ningún colapso nervioso, gracias a Jenova.



Como algunos de ustedes sabrán, cada 6 meses tengo que ir al hospital para hacer un chequeo de rutina (radiografía, y ocasionalmente, tomografía computada). La fecha cayó cerca de los exámenes, y yo no fui, por eso fuimos el miércoles pasado (28). Me habían pedido una radiografía, algo común y normal.

Antes de proseguir quiero ilustrarles más o menos lo que es para mi hacer esos controles: No duermo la noche anterior, no desayuno y a veces hasta no almuerzo, al menos hasta que el doctor me diga que está todo bien. Todos los sobrevivientes de enfermedades del estilo del cáncer (que pueden volver en algún momento, o quizás nunca) tienen el miedo constante de que aparesca la enfermedad de vuelta. Bueno, a mi ya me apareció una vez, y se llevó una pierna consigo, así que creo que mi miedo está más que justificado.



Obviamente, mientra más pasa el tiempo, más difcil se hace para cada uno la espera para que nos digan que está todo bien. Durante los primeros 2 o 3 años, más allá de que uno desea por su alma que la enfermedad no vuelva más, siempre tiene presente que hay cierta "etapa de riesgo" luego de terminar el tratamiento.

En mi caso (y asumo que en los que tuvieron el mismo tipo de cáncer que yo también es así) esa etapa es de diez años. Pero los primeros años son cruciales, y a medida que pasa el tiempo, uno se acostumbra a que no pase nada. Digamos que se aburguesa, para usar una palabra poco elocuente.



Uno siente que ya es tiempo pasado, que no va a volver, que es rutina. Sus pesadillas son sobre esa etapa, y más que nada el pasar todo de vuelta por eso. Por eso, cuando ve el menor indicio de que todo va a comenzar de vuelta, toda la burbuja formada alrededor de la persona se desintegra por completo, al menos por unos minutos u horas. El volver a enfermarse es uno de los mayores terrores que un ex-paciente puede sufrir.

Por eso, yo personalmente tengo esos síntomas que ya mencioné los días anteriores a los chequeos. Cuando el doctor mira la radiografía, yo contengo la respiración hasta que me diga que está todo bien.



El miércoles pasado, como les iba diciendo antes de irme por las ramas, le di la radiografía a la doctora, y durante 15 segundos contuve la respiración. Ella tardó 7 u 8 segundos más de lo habitual en decirme que estaba todo bien (porque uno cuenta los segundos que se tarda en responder, mientras más, peor la noticia), y me dijo que había una manchita en mi pulmón izquierdo. Toda la burbuja alrededor mío estalló en millones de pedazos, y cada pedacito estalló en millones aún más chicos.



Es cierto, ella dijo textualmente "Hay una manchita, pero es más que probable que por la posición sea solamente un vaso sanguíneo, y nada más. Pero por las dudas, sacamos una tomografía". Obviamente, yo no podía escucharla. No es que me tiré al piso en posición fetal mientras gritaba y lloraba, pero digamos que mentalmente me bloquee.



No había turno para la tomografía hasta las 8 de la noche, entonces nos volvimos a casa. No almorcé más que una sopa para conformar el estómago (tampoco pedía mucho), y hasta la tarde estuve bastante bastante nervioso. Encima llego, y leo el mensaje que Ale me había dejado en el msn: "No entraste en la facu, sacaste 62" (siendo el mínimo 70). Admito que no le di mucha pelota, tenía la cabeza en otra cosa un poco más preocupante que si entraba a la facu.



A la noche fuimos a hacer la tomografía, y dijeron que el resultado iba a estar al otro día. Otra noche sin dormir ni comer. Al otro día mi vieja fue a buscar los resultados. Yo creo que si concurría, iba a estallar de los nervios.

Pero por suerte, y porque algún dios allá arriba todavía me quiere, la mancha era sólo un vaso sanguíneo que posó mal para la foto. Gracias a Buda.



El peso que me saqué de encima fue terrible. Aunque recién ahí me di cuenta que me quedé afuera de la facu, pero siguió sin importarme. Más que nada por el hecho de que llorar sobre la leche derramada no tendría ningún efecto positivo, y además, tengo otra oportunidad en septiembre. Me prepararé todo el año para ese exámen, igual que el de inglés, y quizás, con un poco de suerte, consiga trabajo. Quiero tomarme unas vacaciones como las de Villa Gessell, pero esta ves ir a Córdoba, o a algún lugar fuera de la ciudad. Eso, o comprarme una Nintendo Ds, lo que ocurra primero.



Antes de despedirme y dormir como un poseso, si es que existe esa palabra, quería agradecer a Malena, quien me mandó un sms muy lindo y tierno cuando se enteró que quedé afuera de la facu. Gracias Flaca (porque sé que lees el blog =D).







Nos vemos

David "Katamari Damacy" Pedreira

Carpe Diem







PD: Si ven un "powered by no sé qué poronga" al final del post, es porque estoy escribiendo desde un plugin de Firefox muy copado.

PD 2: A los usuarios de una ps2: Consigan ya el Katamari Damacy. Es el juego más bizarro y divertido en años.

PD 3: Además del capítulo próximo de Amor Adolescente, pienso hacer una lista de top 5 de los peores juegos que alguna vez he jugado yo (como no son muchos, por eso son 5 y no 10 =P).





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