lunes, marzo 24, 2008

Pensamientos varios

Son las 3 y media de la mañana y no puedo irme a dormir sin sacarme estas cosas de la cabeza. Sé que voy a lamentar haberme quedado hasta tan tarde, pero prefiero perder tiempo de sueño antes que perder estas ideas.


Los últimos días han sido una montaña rusa de sensaciones. Por un lado, me entero que Camila, mi ex-novia, se va a vivir a USA en agosto. Y lo admito, me pegó feo. Posta, me pegó jodidamente feo. Un amigo me preguntó si es porque la sigo amando, o porque esperaba que volviera conmigo, y no supe contestarle. Soy sincero, no voy a mentir, y el hecho de que ella se vaya a Norteamérica por un lado me demostró que se va lejos de mi. Y no lo digo en el sentido de que está escapando de mi (o quizás sí, pero sería estúpido irse sabiendo que ya al vivir en Villa La angostura la pone lejos de mi. Igual pensar así sería demasiado ególatra de mi parte), sino que se va. Es decir, se va. Podría continuar la amistad mandandonos mails y toda la bola. Pero ¿eso me haría bien? No lo creo. Y no creo que a ella tampoco. Se va por una razón, y no puedo objetar esa razón, aún cuando no la comprenda en su totalidad.
Ella merece algo mejor que estar con alguien a quien no puede abrazar. Lo sé, y soy completamente honesto, pero me imagino que debe ser horrible tener una persona querida sufriendo por miles de razones (en mi caso: los riñones, el mal momento que pasaron mis viejos, y el hecho de saber que existe una probabilidad de que el transplante no salga bien) y no poder decirle lo mucho que lo querés, lo mucho que lo necesitás. A mi me mataría.

Admito que creo que realmente habríamos hecho una buena pareja. Posta lo digo, creo que ella y yo nos hubiéramos complementado bastante bien. Hay algo en ella que me atraía, y lo digo más allá del físico (porque ella tenía lo suyo en ese sentido, y lo digo como el mejor cumplido que puedo decir sin caer en la grosería del lenguaje vulgo). Supongo que me hacía acordar lo que era yo, y lo que era mi mundo antes de enfermarme. Es decir, no lo digo por la simplicidad de la edad, o por la falta de responsabilidad que uno tiene a los 15 años. Todo lo contrario, cualquiera que la conociera sabría que ella es una de las personas más responsables que he conocido en mucho tiempo. En cambio, yo lo digo desde el sentido que su carisma, su sonrisa, su alegría innata (no confundir con estupidez nata, cosa que ella no tiene, a diferencia de otras de su edad), su visión de la vida, su modo de encontrarle el humor a lo que sea y su forma de desenvolverse en general. Todas estas fueron cualidades que nunca había encontrado en ninguna mujer, sacando la edad. Supongo que tampoco tengo la experiencia importante como para poder hablar, pero viendo lo que era ella, me resulta difícil pensar que existe otra así. Lo dudo.

Un amigo me preguntó si la sigo amando. Yo no sé. Ella y yo no hemos hablado seriamente en un tiempo ya largo, sólo hemos intercambiado palabras por mail. Tampoco la he visto desde Noviembre pasado. Pero ella sigue en mi mente, y negarlo sería de necio estúpido.

Pero a la vez, deseo que se vaya. Algunos dirán porque quiero olvidarme de ella y seguir con mi vida, como hizo ella conmigo. No me gusta el término "olvidar". Yo prefiero llamar a esta situación una manera de autosuperación espiritual. No lo digo en el término hippie de la palabra, si no más bien que deseo que ella se vaya para que pueda encontrar aquello que está buscando. Aquello que anhela. Aquello que le hará bien. Si ese aquello es otro tipo, bien por ella, que sea feliz y que coma perdiz (sin ironía, lo digo de corazón). Si ese aquello es tiempo alejado de todo, u otra cultura, entonces le vendrá bien el cambio. Y si por alguna razón ella desea contactarme conmigo cuando vuelva (si es que vuelve alguna vez), sabe donde encontrarme. No voy a decir que estaré esperando, ya que sería estúpido de mi parte el estar esperando a una persona que no desea mi apoyo en esto, y que se está llendo porque está buscando algo que no le puedo dar u ofrecer de ninguna manera. Pero si ella me necesita, le daré una mano, así como se la daría a cualquier persona querida por mí.

Me pregunto si estaré para cuando vuelva. Es decir, entre los vivos. No lo digo por emo que soy, sino porque yo sé que existe una posibilidad de que el transplante salga mal. Yo sé que existe al menos una chance entre setenta y cinco billones de que salga mal todo. De que yo no despierte. La verdad, admito que la idea de morir no me jode tanto como debería joderle a una persona que se encuentra en esta situación con 20 años y tanto por vivir. Me he acostumbrado a la idea de que esta enfermedad (o sus derivados, como en este caso el tema de mis riñones) me termine matando a la larga. De hecho, me vengo acostumbrando a la idea desde los 13 años. No lo hablé nunca con nadie, porque bueno, ¿a quién se lo voy a decir?. Cualquier persona que me escuche hablar así (sea padre, amigo, o pareja) dirá que está mal de mi parte pensar de manera tan pesimista. Que debería ver de dónde salí, y ver que esto no es más que un paseo en el parque. Yo creo que se equivocan. Si hay algo que aprendí durante mi época de enfermo, es que siempre, SIEMPRE, hay que prepararse para lo peor. Si no se cumple, perfecto, una cerveza para festejar. Si se cumple, no te agarra mal parado y desprevenido. Me gustaría saber si mi familia o mis amigos se preparan para esta idea. No me gustaría que los tome mal. Yo tenía pensado dejar instrucciones escritas acá en mi computadora para tal eventualidad. Es decir, dejar una carta escrita para cada una de las personas que considero importantes en mi vida, con todo lo que siento. Bah, con todo lo que debo decir. Y que alguien cercano, léase amigo o pariente, envíe estas cartas por mail a aquellas personas que creo que se merecen una última despedida de mi parte. Obviamente, si algo pasa, y esas personas leen las cartas, no hay mucho más que puedan hacer además de llorar. Pero yo que sé, me iría tranquilo sabiendo que pude sacarme las cosas que tengo en este remolino de sensaciones que es mi cabeza desde los 13 años.

A veces es horrible no poder poner por escrito o físicamente demostrar lo que uno siente. Además, está todo el tema de que uno ha salido tan lastimado por la vida, que en realidad no desea volver a pasar esa sensación amarga de decepción cuando una persona te traiciona. Es por eso que he cubierto mi persona en una capa de hija de putez (que me agrada a niveles insospechados) y no quiero que nadie pase a través de esa capa. Ni mis padres, ni mis amigos saben cómo soy de verdad. No me molesta. La que realmente llegó muy cerca de verme en su totalidad fue Camila. Creo que fue por eso que me di cuenta que la amaba. Amo. Amaba. Bueh, a nadie le importa ya.
No me gusta demostrar debilidades enfrente de la gente que quiero. Ya he sido lo suficientemente herido como para poder ponerme de vuelta en esa situación. De hecho, mi infancia fue en cierta manera la culpable de que sea lo horrible persona que soy ahora. Es decir, lloraba por cualquier razón, y la gente se reía. No mis padres, claro, pero la gente que creía que eran mis amigos se reían. Y eso dolía, aún cuando pongo en perspectiva y veo que en realidad teníamos 7 años y no sabíamos qué carajo pasaba con cada uno.

Además, cuando apenas entro en la pubertad y en la etapa de mierda que es la adolescencia, BANG, un cáncer. Posibilidades de morir. De pronto todo un mundo de responsabilidades y peligros se abrieron ante mi como un abanico. Para poder salir a través de todo eso, la única manera era escudándome del exterior. Al principio fue leve, luego fue cada vez más fuerte. Uso una capa de humor-a-prueba-de-todo para tapar lo que soy. ¿Hipócrita? Llamame como quieras. Yo no me voy a arriesgar a que me lastimen de vuelta. Cuando la mitad de tus amigos te abandona porque tenés posibilidades de morir, y luego, años después, la misma situación se repite, sólo que cambian las personas que te lastiman, bueno, ahí te das cuenta que exponerte no te sirve.

También son las reglas del juego el hecho de que no todos toman las situaciones como las tomé yo. Supongo que debería ser más leve con la gente. Pero sacando casos específicos de amigos actuales (que aprecio mucho y ellos saben quiénes son), la gente me ha defraudado bastante. La gente en general, como sociedad, me ha defraudado. Pero no hay mucho que pueda hacer de mi parte.

Yo sé muy bien que hay cosas que no podré hacer en mi vida antes de morir. Y no me molesta en absoluto. Solamente me quiero ir habiendome expresado en su totalidad. Dudo mucho que la mayoría de la gente que muere de vieja tiene una oportunidad como la mía. Creo que empezaré con las cartas apenas comience la diálisis. Ese sería un buen punto de partida para todo esto. Y si no muero, bueno, nunca está mal tener un backup por si alguna vez me pasa algo que no está estipulado, ¿verdad?.

Yo tengo una vida feliz. Estoy bastante feliz con mi vida. He hecho lo mejor que pude con lo que se me dio, y estoy orgulloso de eso. ¿Cambiaría cosas? Por supuesto. Pero al no poder, estoy contento con lo que tengo. Tengo padres que son bastante comprensivos para la mierda de persona que soy con ellos (no intencionalmente, no tengo otro lugar donde descargar la rabia innata de la situación y un psicólogo está fuera de la cuestión), tengo una hermana a la cual le veo gran futuro. Tengo amigos fieles y que me bancan, aún cuando soy un duro o una mierda con ellos a veces. Hace 6 años estaba tirado en una cama pidiendo que paren por favor con el tratamiento, y hace unos meses me fui a Villa La Angostura a ver a la mujer que amo/amaba/a quién le importa. Y fui solo. Con tal de verla al menos un día, me hice 28 horas de viaje. Con tal de besarla, de verla sonreir, me fui a verla. Cuando estaba en el micro de vuelta, me dí cuenta de estas cosas y me largué a llorar desconsoladamente. Por suerte, el micro estaba casi vacío, así que no tuve ninguna señora tratando de hacerme sentir mejor. Y digo "por suerte" porque ese tipo de problemas (bah, casi todos) los lidio primero yo, luego con el resto. Así funciono. Primero examino todas las posibilidades, y luego permito que el resto comparta mi dolor, o al menos que me escuche.

Hace 6 años estaba tirado en una cama de hospital pidiendo por favor a Dios que acelerara el tiempo para hacer la estadía en el hospital más corta, y ahora estoy llendo a la facultad. Es increíble. Pasa demasiado rápido. Y es por eso que tengo esa pequeña astilla en mi mente diciéndome de que todo quizás no salga bien, recordándome que puede salir mal la operación. Y advirtiéndome de que tengo que prepararme, de la misma manera que me he preparado para otras eventualidades. Espero que se equivoque. Hay cosas que me gustaría hacer antes de irme, entre ellas, poder formar una familia. Seh, sé que suena muy cliché, pero ver crecer a un hijo (y con todo mi corazón espero que sea sano, y que no tenga que vivir por esto) debe ser hermoso. Además, poder enseñarle cosas pelotudas pero importantes para mi, como el amor por el cine, los comics, los videojuegos, la lectura, la música. Contarle historias de la tecnología que tenemos ahora, de cómo era Internet en mi juventud, de qué cosas solíamos hacer con las chicas con tal de conseguir un puto beso, y todas esas cosas que mi viejo me cuenta a mi.

Yo que sé, amar y ser amado es todo lo que pido. Pero no pido cariño fraternal innato de la familia o amigos. Me gustaría que un día esa persona me llame y me diga "Hoy te necesito, venite" o alguna pelotudes parecida. No voy a mencionar el hecho de morir junto a ella de viejitos los dos, con los hijos ya crecidos. Esa es una idea que descarté hace mucho tiempo. Pero al menos pasar un tiempo, poder decirle "Te Amo" sin que nada nos interrumpa, ni la distancia, ni terceros, ni enfermedades. Debe ser por eso que me engancho tanto con mis parejas, debe ser que subconcientemente estoy buscando esa persona, sin saber o asumir que no se busca, simplemente se encuentra. También debe ser por eso que me enganché tanto con Camila, sin haberla conocido tanto. Bah, algo me decía que ella era especial. Es especial. Lo sigue siendo, y estoy seguro que lo será toda su vida. Espero que ella pueda alegrar la vida de alguien la mitad de lo que alegró la mía.

Lo único que me molesta de mi actual situación es que al parecer, debido a las toxinas que mi cuerpo no elimina, estoy teniendo un problema cada vez más grande para concentrarme. No tienen idea de lo que cuesta estudiar, cuando además de no tener una base suficiente para empezar la facultad, no tenés capacidad de sentarte y ponerte a estudiar, aún cuando te obligues. Y molesta. No hago otra cosa que estudiar. Por eso traté de conseguir trabajo, a ver si eso me ayudaba un poco. Además, el dinero no me viene mal. Hay gustos que me quiero dar. Hay cosas que quiero comprar. Hay cosas que quiero regalar. Lamentablemente, el tema del trabajo no se me dió todavía. Y para serles sincero, no sé si tendría tiempo, entre la facultad y la diálisis. Ya tuve que dejar inglés particular por esta razón (algo que me molesta increíblemente). Pero son las leyes del juego y a ellas me atengo.

No crean que estoy deprimido o algo por el estilo. Sé que parece que lo estoy. Pero la verdad, nada que ver. He tenido cosas muy grosas en esta (corta) vida que he llevado. Felicidades cortas, esporádicas, pero que recuerdan a Alterio en Caballos Salvajes: "La puta que vale la pena estar vivo".

Mierda, releo un poco lo que escribí y creo que me fui de mambo. Bueh, todo salió por el viaje de Cami. Es el gatillo de todo esto. ¿Tanto me pegó?. Parece que sí, y parece que lo que hizo fue hacerme bien. Dudo que hubiera podido sacarme esto de la cabeza si no me hubiera venido acá a llorar de que ella se va de mi vida.

Y es que se va. No voy a ilusionarme con que algún día volverá, o que capaz no se va por algunas de esas razones que el Universo suele tirar en gracia. Ella necesita ese viaje, necesita crecer como persona, necesita madurar, necesita explorarse a sí misma, necesita conocer cosas nuevas. Espero que todo esto no le queme la llama de felicidad que tiene ella en su ser. Sería una lástima. Sería como ver como se pierde algo puro y sano en un mar de mierda humana. Sería una tragedia. La verdad, me gustaría saber más de ella durante su período allá.
Debo admitirlo también, hay una parte de mi que la envidia. Es decir, desde que me enteré que mi tío viajaba a USA casi todos los años, siempre quise ir. Debe ser porque yo era muy apegado a el, y el SIDA me lo arrebató siendo yo muy joven. Demasiado joven para esa situación. Quizás es por eso que quiero ir, como alguna manera rara y absurda de homenajearlo. Quiero pisar donde estaban las Torres Gemelas (Malditos terroristas que me quitaron uno de los lugares más importantes para mi), quiero ir al Empire State. Espero poder ir, espero poder formarme profesionalmente como para poder decir "loco, yo me pago un boleto, me voy una semana a joder y traer cosas de New York". Pero todo eso lo podré tener si trabajo. Y no puedo trabajar en algo importante todavía. IBM ha desaparecido del radar, y no los culpo. Un pibe de 20 años, discapacitado, con los riñones muertos a causa de una enfermedad que tiene posibilidades de volver, a punto de empezar la diálisis, sin experiencia y pocos conocimientos de computación (para ese nivel). Seh, yo tampoco me contrataría.

"Che, ¿y si no se va? ¿Qué vas a hacer? Porque esto seguro lo lee ella" me dice una voz en mi cabeza. Y qué voy a hacer, solamente más que decir "Bueno, es lo que pienso y me apego a ello. Si le ofende, que me disculpe, pero de ninguna manera me voy a callar". No soy de esas personas. No al menos hoy.

Pero bueno, me voy a dormir. Creo que he limpiado un poco el caché de pensamientos por hoy. Debería hacerlo más seguido, pero temo que esto se tornaría aburrido. Tengo algunas ideas para la novela, trataré de implementarlas en los próximos días, aunque no esperen nada concreto.

¿Saben qué es lo que realmente me atemoriza de todo el tema de morir sin antes haber hecho cosas?
No ver el final de Lost. Posta, eso me re caga en las patas. Esa serie hizo expandir mi cabeza hasta niveles insospechados. No lo digo de fan. Lo digo por lo perfecta que está hecha, lo bien cuidado que está el guión, lo bien diagramado que están los personajes. Eso abrió un mundo de posibilidades como escritor amateur que soy. Además, ¿cómo no voy a reconocerme en pantalla cuando miro a John Locke? El tipo estuvo en una silla de ruedas durante 4 años. La odia con cada fibra de su ser, y prefiere usar muletas antes que la silla. Ese tipo agradece el poder caminar con cada segundo que pasa. Qué mierda, hasta tiene una escena donde una tormenta se larga y él lo único que hace es sonreir. Sí, me recuerda demasiado a mi. Posta, hay cosas que veo en la parte espiritual del personaje que me pegan jodido. Por eso su primer capítulo me pegó mucho. Ver que el flaco estaba en silla de ruedas, y ver el final cuando mira la silla y sonríe sabiendo que no la volverá a usar... Se me caen lágrimas cuando veo esa escena. Demasiado familiar.

Y donó un riñón a su padre. Ok, quizás en ese sentido no sea exactamente como yo, pero aún así...


Nos vemos
David


PD: ¿Otra cosa que me molesta? No poder ver tecnología nueva. Mierda que quiero una psp y una Playstation 3. Esas son unas de las cosas que compraría de tener dinero. Necesito tenerlas. Es más fuerte que yo.

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